El sector educativo está en plena fase de consolidación. Su estabilidad en flujos de caja, resiliencia ante ciclos económicos, crecimiento sostenido y su potencial para llevar a cabo estrategias de build up lo convierten en un mercado muy estratégico para el private equity. Se espera que 2025 sea un año especialmente dinámico, con un aumento en la actividad de fusiones y adquisiciones, así como de las desinversiones de aquellas participadas más maduras.
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